Mapa de Europa después de la caída del Muro de Berlín

El Muro de Berlín fue mucho más que cualquier muro, mucho más que una simple frontera geográfica. Era símbolo de dos distintas maneras de pensar en cuanto a la cultura, política e ideologías.

Cuando fue derrumbado en el año 1989, tanto el este como el oeste europeo tuvieron que reinventarse. Su caída ha dejado una profunda cicatriz en la historia la cual nunca se borrará: la cicatriz de los totalitarismos del siglo XX.

Antes de la caída

Se presentaban los siguientes escenarios antes de la caída del muro: La guerra fría que parecía a veces un conflicto bélico sencillo a pesar de que representaba una gran amenaza.

Washington no lograba ponerse de acuerdo nunca con Moscú. El Tercer Mundo no sabía si alienarse o no, y la pregunta “a quién alinearse” era un problema. La OTAN, SEATO y el Pacto de Varsovia, todos en riesgos, todos bajo tensión para ese momento.

Después de la Caída

Tras la caída del Muro de Berlín, lo que vino fue globalización. No obstante, en un mundo donde todos los países están interconectados a través de la digitalización, parece reinar la injusticia muchas veces. Se considera un sistema asimétrico o disparejo.

Un ejemplo claro es el surgimiento de más estados por parte de algunas potencias como la Unión Soviética y el incremento de miembros en la ONU mientras que otros estados quedaron rezagados.

Mapa después de la caída:

Mapa de Europa después de la caída del Muro de Berlín

Con la protesta lograron el cambio

Lo primero que hay que destacar es que nadie se imaginó que las dictaduras comunistas soviéticas y yugoslavas iban a caer tan estrepitosamente a finales de los ochenta.

El período de protestas por el cambio frente a la hegemonía comunista empezó desde 1953 y terminó con el derrumbamiento a posteriori del muro de Berlín el cual marcó el fin de una división política. El fin del régimen comunista en Polonia en 1989 sirvió de antesala para la caída del Muro.


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